• Durante su intervención en la cuarta Cumbre sobre el Impacto del Desarrollo Sostenible, organizada por el Foro Económico Mundial, enfatizó que la producción de coca y la explotación ilegal de ganadería y madera son negocios nocivos para la salud y la seguridad, y destruyen el medio ambiente.
• Por “cada hectárea de coca que se planta, hay tres hectáreas de selva tropical que son destruidas”, señaló.
Al iniciar este lunes su agenda en el marco del 75° Periodo de Sesiones de la Asamblea de la ONU, el Presidente Iván Duque instó a “reconocer suficientemente que tenemos que hacer algo” contra las economías ilícitas como el cultivo de coca y la explotación ilegal de ganadería y madera, en defensa de la selva tropical.
El Mandatario, quien intervino en la cuarta Cumbre sobre el Impacto del de Desarrollo, organizada por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), señaló con respecto a la droga que el debate no se reduce únicamente a su legalización o prohibición.
“El mundo tiene un consenso común sobre las drogas, pero quisiera hablar sobre el daño ambiental cuando pensamos, por ejemplo, sobre la cocaína”, señaló.
A ese respecto, el Mandatario indicó que por “cada hectárea de coca que se planta, hay tres hectáreas de selva tropical que son destruidas”.
Enfatizó que la utilización de productos químicos para la elaboración de las drogas “está generando un daño masivo, y parte de la deforestación que estamos viendo en Latinoamérica y, especialmente en la selva tropical, es por estos negocios”.
Otro tanto ocurre -continuó- con respecto a la “producción ilegal o el desarrollo ilegal de ganadería y el desarrollo ilegal de madera”.
Destacó que cuando “propusimos el Pacto por Leticia” y se logró un compromiso de nivel presidencial, se hizo “porque tenemos que reforestar y tenemos que encontrar soluciones basadas en la naturaleza para no tener más ganadería ilegal ni producción de drogas ilícitas ni producción de madera ilegal”.
Finalmente, se refirió a la participación de las comunidades indígenas en la defensa medioambiental, y sostuvo que los pueblos ancestrales también pueden percibir ingresos sostenibles y contribuir en la preservación de importantes regiones del mundo.

