Hoy asumieron a sus cargos los gerentes de las cinco ESE del Caquetá que se posesionaron ante el Gobernador Arnulfo Gasca Trujillo el pasado 21 de marzo y que llegan preparados para enfrentar la crisis que presenta el sector salud por cuenta del COVID-19.
Luis Francisco Ruíz Aguilar, Gerente del Hospital María Inmaculada de la ciudad Florencia, manifestó que junto a un equipo de trabajo se llevó a cabo el proceso de empalme que arrojó resultados administrativos muy bien fundamentados, pero con un tema financiero que atraviesa una crisis muy profunda. “Vemos con preocupación que hay especialistas profesionales, contratistas y proveedores que hace más de ocho meses no se les paga sus honorarios o servicios prestados y tenemos una deuda que asciende a los 38 mil 688 millones de pesos, sin contar la de Caprecom”, señaló el médico Ruíz Aguilar.

Anotó que el deudor más grande, como el de otros hospitales del departamento, es ASMET SALUD EPS, llamada ahora Empresa Administradora de Planes de beneficio (EAPB), que cuenta con más de 305 mil afiliados en el Departamento y que es el monopolio de las aseguradoras de régimen subsidiado por lo que muchos hospitales dependen de los giros que ellos hagan.
El doctor Luis Francisco Aguilar anotó que otra falencia que pudieron observar al recibir este nuevo cargo es que se encontró que no se cumple con la normatividad vigente para los giros, “en este mes que termina, el giro llegó con un 40% menos, lo que hace que el Hospital se atrase más en la deudas. Lo que hoy factura el hospital realmente da para pagar todos sus compromisos, pero las demás EPS no están pagando a tiempo y eso ocasiona que no se hayan pagado obligaciones con el personal médico, asistencial y proveedores hasta por ocho meses”.
Para hacerle frente a la pandemia de COVID-19 en el Caquetá, el nuevo Gerente del Hospital explicó un Plan de Contingencia bajo la dirección de la Secretaría de Salud Departamental con unas medidas que se empezaron a implementar como el Plan de Expansión para obtener nuevas camas para cada una de las IPS públicas y privadas en todo el departamento, junto con otros controles.
También explicó que a partir de la próxima semana, el ingreso al Hospital María Inmaculada para todos los pacientes sintomáticos respiratorios será por la entrada de urgencias y en donde están ubicados los consultorios de consulta externa, es decir por la entrada principal, ingresarán los pacientes con el resto de patologías.
“En coordinación con la Secretaría de Salud y las IPS públicas y privadas estamos elaborando un proyecto que será presentado como Emergencia COVID-19, con el fin de poder dotar a toda la red de prestación de servicios de salud del departamento con camas distribuidas así: en la Sala de Internación 3 para un total de 30 camas, en una zona alejada de la unidad mental se van a ubicar 10 camas más y en urgencias, que será únicamente para la atención de pacientes sintomáticos respiratorios, en riesgo o sospechosos de Covid-19, 60 camas”, explicó el galeno.
Añadió que dentro de ese proyecto también están incluidos equipos biomédicos y de seguridad para los funcionarios de toda la red pública y que en un trabajo mancomunado se preparan para enfrentar esta emergencia, que puede mantener una curva plana en el departamento con el control de las fronteras, el lavado de manos, el autocuidado y el autoaislamiento.