Por: Rodrigo Plata Luna
Director El Colono del Sur

La edición número 38 de la Noche de Galardones: Lo Mejor del 2024 en el Caquetá se erige como evento emblemático que honra la vida, la obra y el compromiso de quienes, desde diversas esferas, tejen el progreso, la paz y el desarrollo de este territorio amazónico. Más que una ceremonia, es un acto de reconocimiento en vida a personas e instituciones que encarnan lo mejor del talento, la resiliencia y la esperanza de nuestra región, que ha sabido reinventarse en medio de la adversidad.
En la actualidad el país exige referentes éticos, liderazgos comprometidos y acciones transformadoras, y el Caquetá responde con una nómina tan diversa como admirable de personas en todos los rincones, entre quienes sobresale el ramillete de galardonados. La lista es extensa, y cada nombre es una historia.
Desde médicos y académicos hasta artistas, líderes juveniles, empresarios y defensores ambientales, los más de 100 postulados reflejan un Caquetá vibrante, capaz de superar estigmas para perfilarse como región de talentos multidisciplinarios.
Categorías como Personaje Nacional, Líder Ambiental, Ejecutivo, Político, Ganadero del Año, Revelación Infantil, entre otras, evidencian una selección tan rigurosa como plural que reconoce no solo trayectorias consolidadas, sino también la promesa de nuevas generaciones.
Y más allá de la entrega simbólica de galardones, esta noche representa una acción estratégica de memoria y motivación colectiva. Reconocer a quienes trabajan silenciosamente desde las aulas, los campos, los medios de comunicación, la ciencia o la cultura es también sembrar identidad y autoestima en una región que por décadas fue marginada del relato nacional.
Este ejercicio de exaltación pública es, además, un acto político en el sentido más noble del término: construir una narrativa regional donde el mérito, la excelencia y el compromiso sean reconocidos. Así, mientras la desinformación y el pesimismo pueden oscurecer la percepción ciudadana, Noche de Galardones ofrece un contrapeso inspirador y profundamente humano, como una declaración de confianza en las capacidades del Caquetá.
Es imposible negar que persisten narrativas que censuran la región, por lo cual este tipo de actos se convierten en faros que visibilizan lo mejor del presente, apuntando que el Caquetá sea reconocido por su gente, su capacidad de reinvención y su aporte a la paz duradera.
A través de la pujanza de sus pobladores, el Caquetá demuestra que un mejor futuro no solo es posible, sino que ya está en marcha. Que esta noche especial no sea, entonces, una pausa para aplaudir, sino una semilla para replicar y multiplicar el ejemplo.

Adenda : Pronto nacerá la Corporación Noche de Galardones, con todo y personería jurídica; paso histórico que no solo garantiza la continuidad de este acto ceremonial, sino que lo elevará a la condición de patrimonio inmaterial de nuestro territorio.

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