Este es el primer gran acuerdo que se alcanza en la COP16 entre los países, que busca identificar y conservar áreas marinas de alta importancia ecológica en aguas internacionales, fortaleciendo la gobernanza global sobre los océanos.
Se establece un grupo compuesto por expertos de diversas regiones del mundo, que se encargará de identificar y describir las Áreas Marinas de Importancia Ecológica (EBSAs) basándose en criterios científicos.
El acuerdo promueve la participación activa de pueblos indígenas, comunidades locales y otros grupos en el proceso de conservación, respaldado por financiamiento de países como Alemania, Canadá y Suecia para realizar talleres científicos y técnicos.