En un esfuerzo continuo por combatir el flagelo del tráfico de estupefacientes, la Policía Nacional en el departamento de Caquetá ha llevado a cabo una serie de operativos que han resultado en importantes golpes a las redes criminales dedicadas a este ilícito. En estas acciones, ocho personas fueron capturadas y se logró la incautación de un arma de fuego ilegal, así como de más de 27 mil dosis de estupefacientes.
El compromiso de la Policía Nacional en la lucha contra el tráfico de drogas es incansable, y sus acciones en investigación criminal, registro, verificación y control en los ejes viales han generado resultados significativos en la desarticulación de estas organizaciones delictivas.
Uno de los operativos se llevó a cabo en el municipio de Curillo, donde se materializó una orden de allanamiento y registro en una vivienda utilizada para el almacenamiento y encapsulamiento de clorhidrato de cocaína. Durante este procedimiento, se descubrió un complejo entramado dedicado a la preparación y distribución de drogas, así como la captura de tres individuos y la incautación de un arma de fuego ilegal, más de 9000 dosis de base de Coca, siete celulares, dinero en efectivo y elementos para la dosificación.
En otro operativo realizado en la vía Suaza – Florencia, policías adscritos a la Seccional de Tránsito y Transporte lograron la captura en flagrancia de dos mujeres que transportaban aproximadamente 10 kilogramos de base de coca en una motocicleta, con la intención de comercializarla al interior del país.
Además, en diferentes procedimientos policiales en los ejes viales Florencia – San José del Fragua y Florencia – Suaza, fueron capturados tres hombres que se movilizaban en motocicletas y transportaban más de ocho mil dosis de estupefacientes.
Todos los capturados, así como las sustancias y vehículos incautados, fueron puestos a disposición de la Fiscalía general de la nación por el delito de tráfico, fabricación y/o porte de estupefacientes.
La Policía Nacional reafirma su compromiso para desmantelar estas organizaciones criminales y redes de tráfico de drogas, que afectan la salud pública, en especial la de nuestra niñez y adolescencia. Estas acciones permiten garantizar entornos seguros y el bienestar de la comunidad en la región.